Polonia, nuevo destino

No resulta facil dejar atrás Prague. Pero desde salir de Santiago tenia en mente llegar a Polonia, especificamente a Cracovia para aproximarme a los campos de concentracion donde murieron tantos judios en la segunda guerra mundial.

Desde Praga son mas de 8 horas via tren a la ciudad donde Juan Pablo Segundo vivio antes de ser Papa. Encontrar el tren fue una odisea porque los checos son duros, no se esmeran en ayudar y en el servicio de informaciones me encontre con una mujer que claramente no estaba en sus mejores dias. Finalmente me hice del ticket....

El viaje me sorprende con un paisaje marcado por las huellas de una nevazon la noche anterior. La primera parada oficial se realiza en Katowice ("Ciudad de Stalin") a 72 kms de Cracovia. Es una ciudad industrial, y luce bastante pobre comparada a mis destinos previos.

Es imposible tratar de comunicarse con estos polacos! La mayor parte de ellos tuvo la educacion que los obligaba a aprender ruso. Solo algunos jovenes tartemudean el ingles.

En el control de aduana, hecho en el mismo tren, un oficial como sacado de una pelicula del recuerdo, revisa mi pasaporte con especial esmero. Chequea mi apellido en un viejo cuaderno donde seguramente registra los nombres de los no deseados. Me dirije una inentendibles palabras. Curiosamente luego me entrega el pasaporte sin poner timbre alguno. Intento hablar con el , pero se da media vuelta y el tren sigue su curso.

Katowice no es gran cosa (o al menos eso me parecio el tiempo que estuve ahi). Mejor sigo mi rumbo...

Unas fotitos en Praga

Praga....para gozar la levedad

Estoy en Praga. Silvia ha venido desde Viena ha reunirse conmigo. Desde el 2005 que no nos vemos. Llegar hasta el centro de la ciudad no ha sido facil ya que le checo de la calle no habla normalemtne ingles, y las calles son tan complicadas y cruzadas como las de Valparaiso.

Arrendamos un piso en el centro de la ciudad a una bvailarina del teatro checo. Esta gracia nos costo mas menos lo mismo que cualquier hostel, con la ventaja que este espacio no lo compartimos y que esta bastante bien equipado. La decoracion es de los anios sesenta, y las fotos mustran lo hermosa y exitosda que debe haber sido esta mujer.

En mi mano llevo La insportable levedad del ser, y no puede haber otro mejor lugar para poder imaginarse lo que vivian Tomas y Teresa en la historia de Kundera. LA escenografia perfecta para una historia de amor entremezclada con refelxiones profundas ,existenciales y salpicadas de pequenias gotas de la historia de este pueblo.

Praga es demasiado linda para describirla. La plaza del reloj,Plaza Staromestake, es increible. Esta ahi esa glan emplanada, con su fontana, sus adoquines y las grandes torres alrededor. Caminar por ahi, cruzar el famoso punrte de Karlov para subir a la St Vitus Cathedral.

No pretendo hacer aca una guia de como visitar esta ciudad. Ustedes la pueden hallar en internet. Solo les quiero transmitir que caminiar por aqui, es un verdadero suenio hecho realidad.

Dresden...sobreviviendo a todo

Las personas y las ciudades a veces tienen que soportar grandes pruebas. Soportar guerras e invasiones ha sido la historia de esta ciudad, Dresden.

cuando camino por estas calles casi de manera automatica siento las canciones y las imagenes de las antiguas imagenes en blanco y negro delas peliculas de guerra de la television de los setentas y ochentas.

La belleza ha sobrevivido al horror creado por el hombre, a la destruccion con que ingleses y americanos quisieron castigar a este pueblo por la culpa del asesino que los goberno. Dresden es una Viena pequena. Dresden tiene el el aire el aroma a la libertad ganada con esfuerzo ,trabajo y mucho amor. Me gusta estar aqui. Es un suave y hermosos alimento para el alma.

Estare un rato mas...y de ahi me voy a Praga..

En cuanto pueda les muestro alguna fotito.

LEIPZIG

Aca estuvo la Michell (Bachelet), aca estuvieron un monton de chilenos que se ganaron la beca "Presidente de Republica" el 73...y si no aprendieron como es una ciudad amable y enriquecedora para su gente, es que estuvieron "en otra". Claro, vale aclarar que ellos vivieron en la epoca del socialismo, de la Alemania del Este, pero por lo que he conversado por acá el concepto de ciudad siempre ha existido.

No les voy a dar la lata con lo tipico que admiramos al salir :limpieza, pocos policias, sistemas de transporte de lujo, cultura por donde se mire, cafes literarios, cocina internacional, un gran concepto del cuidado al medio ambiente...etc; eso ya lo saben o al menos lo hemos visto en los lateros reportajes de televisión. Lo que sí me ha llamado la atención esta vez, y al conversar mas con la gente, es lo lejos que estamos de llegar a este concepto de calidad de vida. Porque curiosamente no solo pasa por tener toda la lista anterior resuelta. Pasa por los objetivos personales. Po lo que queremos hacer de nuestras vidas. Por lo que aspiramos y cuan solidarios podemos ser en esta busqueda.

Lamentablemente a nosostros nos "conquistaron" los peorcitos de Europa. Alemania (al igual que un grupo de paises de este sector) tiene un concepto de vida que cuida y protege celosamente. He recorrido la ciudad en bicicleta, y me cruzo a cada rato con viejitos que en Chile no se suben no mas que a un taxi. Se cuida los espacios de convivencia ciudadana con actividades culturales abiertas. No están llenos de farmacias, malls ni Mc Donalds. Y claro, el ecologismo la lleva.

Siento algo de envidia, por qué no decirlo. Quien nos vendió el cuento de que los gringos son el pueblo a imitar ?. Quien nos dijo que el Jeep , el Plasma, la casa con piscina y el Magister nos daban la felicidad?. Quien nos dijo que edificios al estilo Manhattan, camisas con caballos y celulares-hiper-ultra-sofisticados-que-no-se-usar son el camino correcto?

Hagamos una pausa. Con el mismo trabajo, plata ,pero con mas conciencia es posible ser feliz, aquí, en Chile, o en la quebrá del ají. Tratemos????

Alemania, Primera estación.

Porque estaremos tan lejos de todo?

He estado viajando 33 horas para moverme desde Satiago a Leipzig, en Alemania.

El viaje estuvo bien.Por primera no tuve problemas con mi dieta vegetariana en el vuelo, me tenian identificado e incluso goce del privilegio de ser antendido previo a todos los otros pasajeros.

Me encantan los aeropuertos. Esa sensacion de estar en tierra de nadie es como sacudirse de golpe las camisetas, logos e insignias que se nos asignan, y que no rechazamos de manera complice, en nuestra sociedad chilensis. Aca en Madrid, por ejemplo, no importa nada. Hay una diversidad de acentos, colores, olores (ufff...hay algunos!!!!!) y looks de una variedad increible. Y esto me hace sentir lo mismo que describi hace ya un tiempo atras en mi epoca universitaria refierendome a sentarse mirando el mar: "Sentarse y contemplar la inmensidad me hace sentir pequeno, y me doy cuenta de lo insignificantes que son las cosas que transformamos en imprescindibles para nuestra vida". Siento lo mismo en un aeropuerto. Es una terapia de schock para los egocentricos, para los engrupidos y tambien para los enrollados (presente!).

Después de muchas vueltas pude llegar a mi primer destino: Leipzig, ciudad que mezcla la tradición y el progreso, la cutura clásica y la innovación, tierra de Bach, del restaurant de Goethe en Fausto, de revoluciones ...hay vientos de libertad por acá.


Comienzo asi este pequeno viaje por algunos lugares de la europa del Este. Hace frio, pero no tanto...puedo prescindir de las calcetas de lana por el momento, asi como lo hago con las enies que no encuentro en este teclado alemán.

SILVIO COMO SIEMPRE

Silvio en Chile. Auspicia Citibank…increíble.

Estadio Arena Santiago, 21:10 hrs. 15 mil personas pagaron al menos 20 dólares para ver al cantante de la tierra de Fidel. Bastante más gordo asoma en el escenario. La masa lo idolatra. Cómo no? Todos ahí crecimos escuchando su música, imitando su canto nasal, y tomando más de alguna vez una guitarra con el firme e ilusorio propósito de tocar una de sus canciones.

Cuando mi hermana partió a estudiar al sur, dejando en casa a una madre enferma y a unos hermanos en plena confusión, empezó mi relación con la música del trovador. Vivir en provincia, sin radios, sin otro canal más que la red estatal era vivir en una burbuja. Solo el aire universitario que ella traía en sus maletas cada vez que nos visitaba nos conectaba con el mundo. Desde un cuaderno escrito con perfecta letra caligráfica aprendí canciones que no conocía en otra versión más que la interpretada por la voz de mi hermana.

Silvio canta ahora “la era está pariendo un corazón” y no puedo dejar de recordar esos días. A mis 11 años de edad , las rimas del cubano más taquillero del planeta se impregnaban en mi historia. Luego vendrían peñas y el insoportable imitador chilensis con su “Unicornio”, época de protestas entonando a coro “Te doy una canción”, dolores del corazón con “Imagínate”, largas noches de tertulia universitarias con “Óleo de mujer con sombrero”, y el reencuentro a la emoción con esa maravillosa “Quién fuera”.

La vida sigue. Mi hermana, Ester, ya tiene una familia, hijos. Ya no lee tanto como antes. Ya no entona “El Mayor” como en aquellos días. Sus dos hijos seguramente nunca entenderán la gracia de escuchar a un chillón que no rapea y no tiene video clips. Silvio ya no huele a peña, a vino navegado, a lacrimógena.

Lo escucho y cierro los ojos para vivir ese increíble efecto que provoca la música: transportarte a los momentos vividos con ese soundtrack a flor de piel. Cierro los ojos y puedo oler el hogar. Puedo sentir la conexión con mis hermanos. Puedo mirar con admiración a mi hermana que me incorporaba al mundo.

Silvio está ahí y qué importa que ya nada sea como antes. No es lo mismo, pero es igual.