Thursday, August 17, 2006

Two years ago...

Hace dos años escribí esto…. Parece ayer…

Camino pegado a los edificios porque, para variar, llueve en Londres. Camino buscando un cyber desde donde, como por arte de magia, podré conectarme unos minutos con Chile, mis amigos y familia. Y si en Santiago se encuentra un Ciber en cada esquina, acá la cosa es mucho más complicada y finalmente más cara. Pero ya está! escondido en pleno Soho, en un segundo piso, diez computadores para salir al mundo.
Son ya casi cincuenta y tantos días sin hablar español, nada con nadie porque no he visto ninguno “hispano parlante”. Busqué al clásico chileno vendiendo chucherias, al del maní confitado, al de "la novedad del año", pero no lo ví.. Busqué al quiltro dejando sus recuerdos en el grifo o en el césped de uno de los tantos parques gigantes de Londres, pero nada . No hay perros callejeros y la clásica postal chilena de la perra en celo con quince quiltros siguiéndola en plena Providencia simplemente no la hallo. Busqué la guatona de las sopaipillas que Joselito se come con mostaza y ají a las 2 de la mañana, pero las gordas acá se ponen mini y peto y caminan cual modelos por las avenidas. Esperé, sin éxito, que el bus 11 se subiera el delincuente puesto en libertad que con flamante tajo en el rostro y mirada amenazante que te pide unas monedas para no volver a delinquir. O sea, finalmente ningún símbolo chilensis haciendo patria por estos lados. Solo yo y mis bototos comprados en la última liquidación de Falabella antes de partir.
Estoy respirando un poco en lo que podría ser la primera mitad de mi vida activa. Después de darle mi tiempo al clásico trayecto preestablecido de colegio-universidad-postgrado-trabajo-auto y en el momento en que todo estaba dispuesto para pisar el palito y entrar en casarse-hijos-hipotecario-hipotecario-hipotecario., ahí, justo ahí, pensé que no estaba nada de mal mirar un poquito más hacia afuera, mas allá del ventanal de mi oficina, mas allá del sándwich al mediodía, mas allá del clásico copete de happy hour. Y acá estoy, aprendiendo de otras culturas, de otras formas de ver la vida, conversando en una mesa con gente de Bangladesh, Alemania, Austria, Japón, Polonia. Re-encantándome con el día a día que puede llegar a ser rutina, pero que si tiene un sentido y un objetivo, hace todo más fácil.
Entro a un café y pido un baguette con una omelette de queso y tomate (livianito!). Es un café chiquito cerca de Trafalgar Square que es algo así como el núcleo desde donde los turistas se mueven cámara en mano para tomarse una fotito con el Big Ben o el London Bridge de fondo. Hace un rato escuchaba a U2 (que otra cosa en el Soho!) en el cd-player que el Pato me consiguió a módico precio, pero ahora tengo un cd con 140 mp3 de rocklatino que el Mousse me paso y que esta sencillamente espectacular. Porque nunca me imaginé escuchar acá el Nuevo Baile de Emociones Clandestinas. Y suena bien y me ayuda dándome energía, pagando los casi seis pounds del desayuno (como7 lucrecias chilenas), para encontrarme nuevamente en el Tate Modern Museum que es "demasiado vanguardiasta".
En Londres llueve y seguramente en Ferndown, WestMoors, donde estoy viviendo, la lluvia estará mojando mis zapatillas que deje "ventilando" con la ventana abierta. También estoy seguro que, en Santiago, Manolito estará mirando la pantalla rogando al cielo que la query no se caiga, que el Baeza estará organizando un asado para el fin de semana, que Coconuts pensará en como resolver los problemas de la economía estancada, que la MAS se está fumando un pucho con la Magda comentando lo último que se supo, que la Anita acaba de timbrar el veiteavo papel, que la Xime con la Sole están pensando como inscribir mas personas para el yoga, que mi mamá está pensando en que va a preparar de almuerzo, que Simran esta en su minuto 28 de meditación, que Paredes camina con un papel en la mano y el López esta fantaseando con la DWH universal . Que cada uno está en lo suyo, porque al final cada cual tiene su mundo y sus sueños, y porque al final de cuentas, a veces, uno hace las cosas mas por la esperanza que por la experiencia.

Por favor, Rankeame(1-5)

2 comments:

L said...

Que rico leer tu blog, sigue escribiendo..y leyendo el mío =)
Tienes ganas de viajar de nuevo?

Anonymous said...

Compadre, realmente el tiempo pasó volando y lo abrumador de la rutina, el día a día. Cuando estabas a mil y tantos kilometros parece que estabamos más en contacto y ahora a unos pocos kilometros no nos vemos
Habrá que dejar de llevarse por el diario vivir y darnos tiempo para recordar compatir y planear el futuro, ahora con familia, arriendo, luego colegios y tantas cosas más. Al menos abriste esta ventana para no olvidar lo bueno de la vida