Friday, April 25, 2008

CERO TOLERANCIA


Un Domingo más. Villegas esta en medio de una de sus declaraciones pomposas y provocativas. Ante el tema de la píldora del día después y su discutido efecto abortivo Villegas defiende la tesis del ser humano generado por su historia y no por solo el complejo proceso biológico del embrión. Comienza a envalentonarse con su postura ante el silencio de los demás comensales. Va más allá, proclamando su no creencia en el alma. Llega a decir que las imágenes de un ecógrafo pueden ser comparadas con una muñeca animada dentro del vientre. Soberbio, duro.

Pero basta que Matías lo saque del ejercicio de la razón pura y pragmática para acallar la fortaleza de este gigantón algo hiperventilado. Matías lo lleva al sentimiento. Le pregunta si alcanzó a ver (dada la tecnología que en la generación de Villegas existía) a sus hijos en una ecografía. Lo desafía a decir si no ve vida o alma en esas imágenes. Y hasta ahí llega el discurso. Villegas calla e incluso se nota nervioso. Parece buscar en su cabeza alguna frase pretenciosa, alguna idea recogida de los cientos de libros que se ufana de leer (por sobre el promedio de la "masa ignorante"), algún pensamiento de sus próceres preferidos...pero no encuentra nada.

En tal situación Guillier acude al salvataje con una muy conveniente pausa comercial. Puede que la situación sea no más que una anécdota de un programa donde se permite el disenso y la reflexión, pero es también una pequeña lección en vivo para entender que la vida no es "la razón o la fuerza". Bien Matías del Rio, no siempre te encuentro la razón, pero esta vez acertaste un buen punto. ...

Tras la música del programa logra escucharse el balbuceo de Villegas "no debiste decir eso...te fuiste en la personal"....

No es fácil ser categórico cuando de lo que hablamos también el corazón tiene algo que decir no?

Por favor, Rankeame(1-5)

2 comments:

cristian said...

Estamos ante la dictadura de las minorías en Chile.
Una minoría de un 8,3% de ateos y agnósticos en Chile, comandada por nuestra presidenta, pretende no sólo imponer su visión a un 91% de creyentes en alguna fe, sino que silenciar e inhibir sus opiniones.
Estas opiniones prepotentes de minorías hacen sucumbir, en su camino, no solo los conceptos religiosos y morales, sino que incluso los científicos.
Un 8,3% de chilenos pretenden que Chile funcione a su pinta, despreciando al 91% que no están de acuerdo.
Mientras tanto, un 46% de chilenos que no deseabamos de ningún modo un gobierno de Bachelet, debemos mamarnos sus numerosos y reiterados desaciertos en nombre de la democracia.
Democracia que termina adaptándose a las necesidades e intereses de aquél que grita más fuerte, sea minoría o mayoría.

Anonymous said...

dos comentarios:
-discrepo absolutamente con lo que cristian said... creo que el punto es que queremos un país que reconozca que existe un 8,3% y, por lo tanto, haya opciones para todos, no sólo para el 91%. Es decir, libertad de elección.
-sobre villegas, me parece excelente que alguien lo calle un poco, no me gusta su tono de prepotencia intelectual y desprecio por otras formas de expresión... (aunque esté de acuerdo muchas veces con él, hablo de la forma, no del fondo)